Se denomina así a la cripta de la antigua Iglesia de San Cebrián, derribada en el siglo XVI, pero su fama procede de la leyenda que cuenta que allí el diablo daba clases de nigromancia a siete alumnos durante siete años.
Uno de ellos tenía que permanecer con él como pago de sus enseñanzas transcurrido ese tiempo. El estudiante elegido huyó para escapar del diablo, pero perdió su sombra y quedó así marcado.
Ver ES2Play en un mapa más grande