Construido seguramente en época de Trajano, el puente sobre el río Tormes formaba parte de la Vía de la Plata, una de las tres calzadas romanas que enlazaban Emérita Augusta (Mérida) con Cesar Augusta (Zaragoza) y Astorga.
De 176 metros de largo, posee 26 arcos de medio punto, aunque solo permanecen 15 de los originales del siglo I.
Junto a él se halla la escultura prerromana de un toro decapitado contra la que el ciego estrella la cabeza del Lazarillo de Tormes.